Por: Sergio Vekselman, Country Director de BMC para el Sur de América Latina.
Buenos Aires, Argentina, 28 de junio del 2016.— La retención del talento se ha convertido en todo un desafío para las organizaciones hoy en día, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez es más alta la tasa de rotación en las empresas de la región. ¿Quiere hacer una buena apuesta?… Marque como objetivo ser un “Great Place to Work”, poniendo el foco en los colaboradores de la empresa.
Entre las iniciativas a poner en práctica para contribuir al buen clima laboral —tanto dentro como fuera de las oficinas— figura la flexibilidad laboral, que consiste en brindar todas las facilidades del caso para que los colaboradores puedan cumplir sus funciones estén donde estén sin necesariamente ceñirse al horario fijo tradicional. Lo interesante más bien es que aporten a la empresa con su trabajo de la manera que les resulte más cómoda y productiva.
Es clave fomentar en el equipo humano la credibilidad de los líderes de la organización y de la marca que representan. De allí que es crucial poner en marcha estrategias de comunicación organizacional, a través de las cuales los colaboradores se mantengan al tanto de los avances y logros de la compañía, así como de aquellos aspectos que se puedan mejorar.
En este sentido, se procura una política de puertas abiertas, donde los trabajadores se sientan libres de poder acceder a sus líderes de la manera más espontánea a fin de manifestar sus inquietudes y preocupaciones, así como también sus aportes a las mejoras de los diversos procesos de la empresa. A esto se suman algunos soportes como chat interno, correo de sugerencias, sistemas de colaboración para mejores prácticas, entre otros.
El éxito continuo depende de la capacidad para atraer, desarrollar y retener una fuerza laboral altamente competente y del uso creativo, eficaz y productivo de los nuestros recursos humanos. El talento existe en todos lados y es necesario encontrar la mejor forma de aplicar cada talento donde mejor se desarrolla, llevar a cabo el negocio con el debido respeto a la dignidad humana y el valor innato de cada individuo.
Otro aspecto del que se pueden sentir orgullos los colaboradores es el enfoque social de la empresa, así como los programas que fomentan la salud y el bienestar. La responsabilidad empresarial puede desarrollarse en distintos aspectos, como voluntariado y ayuda a la comunidad, iniciativas medioambientales, así como la diversidad y ética empresarial.
En resumen, hay que trabajar fuertemente para ser uno de los mejores lugares para trabajar, buscando el reconocimiento a la marca y al liderazgo. Esto se puede lograr en términos de tecnología e innovación, pero también y principalmente haciendo foco en el desarrollo de la gente. El mayor capital es el humano y retenerlo en un ambiente agradable es un compromiso y una apuesta.
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