Por: Haider Iqbal del área de Tecnología Móvil
Ámsterdam, Holanda, 23 de abril del 2016.— Probablemente haya algo dentro de usted que cuando oye “conectividad como servicio” piensa que no tiene sentido. ¿La conectividad no es ya un servicio?… Por lo tanto, ¿este concepto puede tener sentido?
Bueno, sí, lo tiene, y aquí está el porqué. Hace unas semanas, oí a mi hija de 4 años cantar, sin que ella se diera cuenta de que estaba sonriendo por tanta inocencia. De repente, mi sonrisa se convirtió en una expresión de asombro. Lo que le oí decir fue: “Si te gustó esta canción, haz clic aquí para suscribirte“. ¡Haz clic aquí para suscribirte! ¡No se había dado cuenta de que eso no era parte de la canción! ¡Bienvenidos a la generación YouTube!
Este sencillo ejemplo es una demostración evidente de cómo están cambiando nuestros comportamientos, sin que nos demos cuenta de lo entrelazados que estamos con el mundo digital. Y para la Generación Z (ya hemos dejado atrás a la generación del milenio), la palabra “vida” podría ser intercambiable con “vida digital“.
La industria móvil es un catalizador de la formación de este comportamiento. Ha recorrido un largo camino en un tiempo relativamente corto, con un increíble ritmo de innovación. Pensando en apenas hace algunos años, el servicio de valor agregado (VAS, por sus siglas en inglés) de más alto vuelo que un operador de red podía ofrecer a sus clientes era un ringtone. Estos servicios suenan tan triviales que se podrían considerar una broma en la actualidad.
A medida que los operadores de redes móviles se diversifican en muchas empresas diferentes, los VAS, creo yo, se convierten en servicios de transformación de negocios. Los operadores de redes móviles ahora intentan resolver problemas más grandes, como la inclusión financiera o la automatización industrial y corporativa. Además, estos esfuerzos contribuyen mucho más que antes a la economía mundial.
Según la GSMA, la conectividad móvil aporta aproximadamente el 3.8% del PIB total del mundo. Eso es más o menos $3 billones en valor económico. Esta industria ha sido la abanderada de los negocios basados en suscripción. No es de extrañar que los consumidores móviles sean comúnmente llamados “suscriptores” móviles en la industria.
Irónicamente, la adquisición de un nuevo suscriptor siempre ha comenzado con la venta de un producto: la tarjeta SIM. “Suscríbase a este paquete de voz“, “suscríbase a las alertas de noticias a través de SMS“, “suscríbase a un plan de datos mensual“. Y todas esas suscripciones alineadas a una IMSI (identidad internacional del abonado a un móvil) ardían dentro de un chip seguro.
Así que, históricamente, la conectividad no se ha vendido como un servicio, sino como un producto que requiere que los operadores de redes móviles establezcan redes de logística robustas y cadenas de suministro complejas, que abarcan múltiples proveedores de SIM, múltiples tipos de tarjetas SIM por cada oferta, múltiples tipos de envoltorios y de proveedores de envoltorios, múltiples fabricantes de teléfonos móviles, etc.
A través de los años, he trabajado en proyectos que han ayudado a los operadores de redes móviles a optimizar las ventas de suscripciones de muchas maneras diferentes. Pero ¿qué sucede ahora que hay más dispositivos conectados que se venden y se conectan al Internet de las Cosas?… Hay dispositivos de diferentes formas y tamaños, que van desde automóviles hasta relojes inteligentes, que se están produciendo de a decenas de millones en todo el mundo. ¿La conectividad se puede aún vender como un producto para hacer frente a estos miles de millones de dispositivos? La complejidad no es sostenible.
Aquí es donde la eSIM y la gestión de suscripciones entran en acción. Este es el “haga clic aquí” de las suscripciones celulares. Es un gran salto en la dirección de la Conectividad como Servicio. No se equivoque, este modelo no carece de un componente físico. Los requisitos de seguridad y normalización, con todo derecho, hacen cumplir el uso de un elemento seguro (la eSIM).
La belleza de la eSim radica en la arquitectura y el modelo, por los cuales, una vez desplegada, la adquisición del cliente o del suscriptor no requiere costos muy elevados.
El mundo industrial y el mundo automotor han adoptado esta tecnología desde hace algún tiempo, por lo que ya ha alcanzado cierto nivel de madurez.
Ahora, con los avances en el ámbito de la electrónica de consumo, la gestión de suscripciones está a punto de volverse la norma. Demos la bienvenida al mundo de la Conectividad como Servicio.
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