La Asociación Un Día de Esperanza reúne a artistas, donantes y voluntarios para seguir transformando la vida de más de 50 niños y niñas. Transformando realidades desde el arte y la solidaridad: asociación chalaca celebra 24 años con cena benéfica en Miraflores

Lima, Perú, 29 de mayo de 2025.— En un contexto donde las buenas noticias escasean, una organización chalaca se convierte en ejemplo de resiliencia, arte y compromiso social. La Asociación Un Día de Esperanza, con 24 años de trabajo ininterrumpido en favor de la niñez en situación de riesgo en el Callao, celebra su aniversario con una Cena Benéfica cargada de cultura y esperanza. El evento se realizará este viernes 30 de mayo en el restaurante La Vaca Loca, en Miraflores, con la participación de reconocidos artistas y líderes sociales.

Desde su fundación en 2001 por el Lic. Jorge Liébana Rosell, la asociación ha brindado atención gratuita a cientos de niños afectados por el VIH, pobreza extrema y abandono, mediante un modelo integral que combina educación, alimentación, salud emocional y expresión artística. “Nosotros no solo ofrecemos ayuda, ofrecemos futuro”, resume Liébana.

El evento de la Asociación Un Día de Esperanza tendrá como anfitriones a Yvonne Frayssinet y Marcelo Oxenford, figuras emblemáticas del arte nacional, junto con presentaciones musicales de Jeff Gavan y Mabel Vidal. La noche incluirá homenajes a voluntarios, rifas solidarias y un espacio para el networking con propósito.

El objetivo es claro: recaudar 3,500 soles para sostener los talleres de reforzamiento escolar y habilidades blandas que la asociación ofrece actualmente a más de 50 niños. La donación por persona es de 100 soles, y las reservas se realizan vía WhatsApp al +51 981155266. También se puede colaborar a través de Yape o ingresando a www.undiadeesperanzaperu.org.

La Asociación Un Día de Esperanza ha sido reconocida con premios como el Premio de la Paz del Ministerio de la Mujer y el Premio Somos Grau de la Marina de Guerra del Perú. Incluso durante la pandemia, la asociación no detuvo su labor: adaptaron talleres a modalidad virtual, repartieron mascarillas y mantuvieron el acompañamiento emocional a sus beneficiarios, todo sin financiamiento estatal. Hoy, sueñan con consolidar su pastelería solidaria como emprendimiento autosostenible y ampliar su alcance a más niños y niñas del Callao. “Nuestro aniversario no es solo una celebración, es una invitación a ser parte del cambio”, finaliza su fundador.

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