Por: Pierre Marchand, Vicepresidente de Systems Hardware IBM Latinoamérica
Lima, Perú, 06 de noviembre del 2015.— Hoy en día, los líderes de negocio debaten con frecuencia cómo la computación en la nube afecta a sus empresas. Y se cuestionan si es mejor elegir una nube pública o privada. Por un lado, perciben que la nube pública les permite consumir productos y servicios de TI dentro de un modelo as-a-service, con mayor velocidad de acceso a recursos y la flexibilidad necesaria para aumentar y disminuir capacidad. Por otro lado, también reconocen que la nube privada ofrece niveles más altos de visibilidad de gestión, control, seguridad, privacidad y proximidad física con los datos, pues permite conocer dónde residirá siempre la información sobre el negocio y los clientes.
¿Cuál es la respuesta correcta?… Para responder, debemos tener en cuenta tres consideraciones sobre la computación en nube:
- El debate no se agota ni en la nube pública ni en la nube privada. Las empresas deberán seguir invirtiendo en lo que consideren más adecuado para cada caso en particular.
- La mejor opción para la mayoría de los clientes es —y será cada vez más— el abordaje de la nube híbrida. Para conseguir combinar los mejores elementos de la nube pública con la nube privada, la empresa puede hacer evolucionar sus activos de TI existentes y al mismo tiempo emplear en forma selectiva otras formas de computación en nube, con el objetivo de dar soporte a una mayor flexibilidad y acelerar la innovación en los negocios.
- Y tal como sucede con cualquier nueva tecnología, es importante estar alineado con ecosistemas de nube basados en tecnologías abiertas, a fin de preservar la elección del proveedor y la interoperabilidad.
Sobre este último punto, destaco lo que considero que es importante en la adopción de la computación en nube: la infraestructura desempeña un papel esencial, independiente del tipo de nube que uno elija. Acostumbro a decir que la nube no corre en la nube. Es decir, es fundamental tener una infraestructura de TI eficiente, disponible y segura. Solo así se podrá garantizar una gestión consolidada, eficaz, dinámica e integrada con las soluciones de computación, almacenamiento y red.
Las actuales demandas del mercado de soluciones como movilidad y redes sociales exigen a las empresas tener la capacidad de reaccionar en tiempo real. El 91% de los usuarios de smartphones mantienen sus dispositivos al alcance de la mano todo el tiempo, pues un usuario común verifica su dispositivo más de 100 veces por día. Y con más de 9,5 millones de dispositivos conectados en el mundo, el dispositivo móvil ha generado no solo nuevas oportunidades, sino también nuevos desafíos para las empresas, que necesitan tener su infraestructura disponible 24×7, sin interrupciones. Junto a esas nuevas demandas, aumenta también la complejidad para integrar la información que proviene de sistemas legados, con la información que posiblemente resida en una nube pública o privada.
Los ambientes informáticos eficientes y resilientes están compuestos por servidores y sistemas de almacenamiento inteligentes que permiten a las distintas áreas y equipos dentro de la empresa compartir información, realizar transacciones seguras y generar insights en tiempo real, con alta capacidad de respuesta a la creciente complejidad del mundo actual: conectado y en la nube.
En este contexto, los modelos de nube híbrida —que usan tanto recursos de TI privados como públicos— suelen ser menos costosos para las empresas que los exclusivamente públicos o exclusivamente privados. Sin embargo, cada organización debe evaluar las necesidades de su propio negocio para determinar qué tipo de nube es el más adecuado. Es importante destacar que las soluciones en nube deben tener el soporte de una infraestructura eficiente y segura. Por lo tanto, tener proveedores que entiendan los aspectos técnicos de Cloud Computing sin duda será de gran ayuda a la hora de elegir.
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